La adolescente de 16 años, célebre por su manifestaciones y su posicionamiento radical en la lucha contra la emergencia climática, Greta Thunberg, fue la estrella de la Cumbre de R-20 celebrada el pasado 28 de mayo en Viena. La joven sueca eclipsó totalmente a los convocantes de esta cumbre que, desde 2017, se celebra cada año en Viena: el presidente austriaco, el ecologista Alexander Van der Bellen, y el exgobernador de California y actor, Arnold Schwarzenegger. Tampoco la presencia del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, quitó protagonismo a Greta en este evento que, anualmente, reúne a regiones y ciudades comprometidas en cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y los objetivos climáticos del Acuerdo de París.
Dentro de la reunión de R-20, la adolescente nominada al Premio Nobel de la Paz, como suele ser habitual en este tipo de eventos, tuvo duras palabras hacia los mandatarios que, a su entender, no están actuando con la determinación debida. Comenzó haciendo referencia al informe del Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) que fijó el 2030 como meta para reducir las emisiones a fin de sofocar el potencial de una catástrofe climática. “Esto es, ante todo, una emergencia, y no solo una emergencia. Es la crisis más grande que la humanidad ha enfrentado. Presidentes, celebridades, políticos y periodistas: tienen ustedes una enorme responsabilidad. Y seamos honestos: esta es una responsabilidad que la mayoría de ustedes no ha asumido ".
En su discurso en el exterior y frente a una multitud que esperaba sus palabras, Greta Thunberg volvió a referirse al informe IPCC. "Si la gente realmente supiera sobre estas cosas – dijo- no tendrían que preguntarme por qué me apasiona tanto el cambio climático. Si la gente realmente estuviera al tanto de estas cosas, no se preguntarían por qué estamos saliendo de las escuelas y llenando las calles. Si la gente realmente supiera las consecuencias de la crisis climática, se unirían a nosotros en las calles, dejando trabajo, pasando de las palabras a la acción". Y concluyó: “Esto es una emergencia. Y los líderes mundiales no están actuando en consecuencia. Pero si no hacen nada, lo haremos nosotros. Intentaremos hacer todo lo posible para que actúen". Van der Bellen, Schwarzenegger y Guterres asentían.