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Abdessamad Sekkal

Presidente de ORU Fogar

El año 2019 ha sido un año marcado por el signo de demandas sociales en todo el mundo: desde Francia hasta España, desde Irak hasta Líbano, pasando por varios países latinoamericanos, incluido Ecuador, Colombia y Chile. Se han producido varias oleadas de protestas, que han expresado las expectativas de las poblaciones con respecto a las políticas públicas o para demostrar las aspiraciones crecientes frente a las instituciones y la clase política en general.

Este aumento creciente en las expectativas de las poblaciones locales ha provocado cambios en la programación anual de los eventos de ORU Fogar, ya fuera en Argentina, que debía acoger el V Foro de Desarrollo Económico Local de Córdoba o la Asamblea General de nuestra organización, que debía celebrarse en el marco de la COP 25 de Chile, pero que tuvo que ser cancelada debido a las manifestaciones sociales del país.

Dicho esto, continuaremos mirando hacia el futuro al abordar en un nuevo año, que es un año clave en términos de políticas de desarrollo y reuniones internacionales. De hecho, el 25 de septiembre se cumplirán cinco años desde la aprobación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con sus 17 objetivos y 169 metas, a alcanzar en 2030. 2020 es también el año clave para la implementación del Protocolo de Kioto y para mostrar una firme implicación en la implementación del Acuerdo de París para la Reducción de los Gases de Efecto Invernadero.

Los resultados de estas agendas, sin embargo y hasta la fecha, siguen siendo muy dudosos. De hecho, la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible parece cada vez más difícil de lograr. El Objetivo 1 relacionado con la "reducción de la pobreza", para empezar, se ve obstaculizado por numerosas guerras, crisis sociales y por el cambio climático en sí ... De manera similar, el Objetivo 2 "Hambre Cero", al que ORU Fogar está tan fuertemente comprometida, saca una evaluación bastante desalentadora. El último informe anual de la FAO indica claramente que, en los últimos tres años, el hambre ha aumentado y hoy hay más de 821 millones de personas afectadas en todo el mundo.

El balance general relacionado con la aplicación del Acuerdo de París, por otro lado, está marcado por una connotación negativa. La explotación de los recursos fósiles sigue siendo esencial y las cifras indican que, en 2018, el consumo de petróleo, gas y carbón fue más alto que nunca. La campaña de alarma que hace sonar el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) no parece provocar ninguna reacción.

Asimismo, la desaceleración en la ambición climática se confirmó en la COP 25 de Madrid. De hecho, a pesar de dos semanas de negociaciones, los Estados no han logrado acordar elevar sus ambiciones antes de la COP 26 y para definir las reglas del mercado de carbono.

Si el logro de los objetivos de estas grandes agendas globales sigue siendo limitado por los numerosos conflictos y agitaciones políticas y sociales, en ORU Fogar creemos también firmemente que, una de las principales razones de esta desaceleración, es el modo de gobernanza adoptado en diversos países. Por lo tanto, hoy es esencial ir más allá de la estructura centralizada de los Estados y adoptar una gobernanza basada en el principio de subsidiariedad, que permita a las autoridades regionales y locales tener las competencias efectivas y los medios necesarios para garantizar una acción local eficaz y cercana de la realidad sobre el terreno.

Este debe ser nuestro desafío para 2020.

¡Feliz año nuevo a todos los miembros de ORU Fogar, con nuestros más sinceros deseos de que este año sea favorable para todos!


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