Los proyectos contra la violencia de género acaparan los VIII Premios de Buenas Prácticas Regionales.
El pasado 20 de noviembre y durante la celebración de la Asamblea Anual de la Organización de Regiones Unidas, el presidente Rachid El Abdi hizo públicos los 5 proyectos reconocidos por los VII Premio de Buenas Prácticas Regionales, una iniciativa convocada ya por octava vez conjuntamente por ORU Fogar y PNUD. Si en el año 2021 habían destacado proyectos tecnológicos, especialmente los que facilitaban la conectividad, y en el 2022 los agrícolas y medioambientales, con especial incidencia en el ODS 12 “Producción y consumo responsable”, este año 2023 los tres primeros premiados son proyectos relacionados con la igualdad de género y, muy especialmente, dedicados a superar el desafio que supone la violencia contra las mujeres.
Si el primer premio fue a Argentina, concretamente, a la provincia de Córdoba, los dos siguientes marcharon a la República de Ecuador, a las provincias de Manabí y Pichincha. Las tres iniciativas no solo han surgido como respuestas a la violencia de género, sino que también han evolucionado hacia modelos integrales que promueven la equidad en diversos aspectos de la vida de las mujeres. En primer lugar se destacó el trabajo excepcional de Córdoba, con su “Polo Integral de la Mujer”. En segundo fue el titulado “Fortalecimiento de las redes de apoyo de mujeres para la atención inicial integral de mujeres víctimas de violencia y prevención de la violencia de género en 14 comunidades rurales de la Provincia de Manabí”, un proyecto que destaca por su voluntad territorial. En tercer lugar fue premiado el inspirador Centro Integral de Protección de Derechos Warmi Pichincha.
La iniciativa de Córdoba, Argentina, destaca como pionera al haber evolucionado desde su origen como un refugio para mujeres víctimas de violencia, hacia un modelo de abordaje integral. El enfoque de esta iniciativa no se limita solamente a los casos de violencia de género, sino que también se ha extendido hacia la promoción activa de la igualdad entre hombres y mujeres en todos los aspectos. La expansión de derechos, la creación de herramientas para la atención de las tareas de cuidado y el impulso de instancias de participación política y atención de la salud son solo algunas de las diversas iniciativas implementadas.
Una de las acciones más destacadas del Polo Integral de la Mujer es la red provincial de Salas Cuna, un proyecto que se centra en el cuidado infantil tanto como en la inclusión de la entrega de recursos esenciales, capacitación de recursos humanos y un compromiso sólido con la estimulación temprana para el desarrollo integral de la infancia. De hecho, este proyecto proporciona cuidado y protección a niños y niñas de sectores vulnerables, permitiendo a las mujeres trabajar o estudiar con la tranquilidad de que sus hijos están en un entorno seguro.
En Manabí, Ecuador, el proyecto del gobierno provincial abordaba una grave problemática: según datos oficiales, cada 26 horas ocurría un feminicidio en la Provincia. Durante el 2022, se registraron 412 casos de muertes violentas de mujeres por razones de género. El proyecto busca una transformación integral de la situación de violencia que sufren las mujeres. La propuesta da herramientas para que sea la mujer quien se desarrolle y transforme las situaciones de violencia. La base social es la Asociación de Mujeres Santa Marta, presente en los 22 cantones con una red de más de 120 organizaciones de mujeres locales vinculadas, quienes llevan 35 años desarrollando procesos de dignificación e inclusión social probando con esto la sustentabilidad y sostenibilidad de los procesos de transformación social desde la mujer organizada. La provincia, en todo caso, logró la implementación de 14 centros de atención integral inicial a mujeres víctimas de violencia, lo cual permitió dar acogida inmediata, durante la primera fase de ejecución del proyecto, a más de 40 mujeres y 160 niños, niñas y adolescentes acompañantes, quienes encontraron en estos centros espacios seguros, brindándose un acompañamiento integral por parte del equipo de profesionales.
También en Ecuador, el Gobierno Provincial de Pichincha ha creado el Centro Integral de Protección de Derechos Warmi Pichincha, para enfrentar el problema del gran número de feminicidios que también ocurren en la región. Además de ofrecer servicios de asesoría legal y acompañamiento social y psicológico, el centro representa un bastión en la prevención y erradicación de la violencia machista. Con un enfoque dirigido a mujeres, niñas y adolescentes víctimas de violencia de género, el centro cuenta con un equipo multidisciplinario compuesto por abogadas, psicólogas y trabajadoras sociales. Estos profesionales brindan asesoría legal y patrocinio, así como servicios de mediación y atención a personas en situación de movilidad. Además, el centro se compromete con la restitución de derechos a las víctimas que han sido vulnerados.
Los tres casos son ejemplos inspiradores de cómo las comunidades pueden abordar de manera integral los desafíos relacionados con la igualdad de género. Aparte de enfrentar un tema importante como la violencia de género, estas iniciativas también buscan empoderar a las mujeres, promover la equidad en diversos ámbitos y construir sociedades más justas e inclusivas. Con el premio, ORU Fogar y PNUD reconocen y celebran estos esfuerzos como "Buenas Prácticas", sirviendo de faro para guiar a otras regiones en la búsqueda de soluciones efectivas y sostenibles.
El Departamento boliviano de Santa Cruz mereció el cuarto premio, con el proyecto de una temática que nunca había merecido ninguno de los 40 proyectos destacados por las 8 ediciones de este premio y que forman el Banco de Buenas Prácticas Regionales de ORU Fogar: la gestión de emergencias. “”Atención a los Desastres de Santa Cruz” es un programa que organiza y articula sociedad civil, instituciones y sectores económicos para hacer frente a desastres, capacitando a la población, pero también poniendo en funcionamiento un sistema de alarmas y todas las capacidades técnicas para prevenir emergencias.
El último de los proyectos premiados es el titulado “Gestión integral de residuos sólidos urbanos y valorización energética” de la provincia argentina de Jujuy. El proyecto opera el Centro Ambiental Jujuy y la Estación de Transferencia y Clasificación de San Pedro, plantas que fueron construidas a través de un financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Con estas instalaciones, se brindan soluciones en materia de residuos a las 3 jurisdicciones del área metropolitana de la capital de la provincia.
Vídeo de la Ceremonia de entrega de Premios
