En el Palexpo de Ginebra (Suiza) se oyó la voz de ORU Fogar tanto el día 14 de diciembre durante el “Foro Global sobre los Refugiados”, como los días 24 y 25 de enero en el “Foro Mundial sobre Inmigración y Desarrollo”. En los dos casos se trataba de mostrar, en estos eventos de Naciones Unidas, que los gobiernos regionales tienen un rol fundamental si se quiere que los territorios sean eficientes en la gestión de los flujos de refugiados e inmigrantes. En el primer evento, ORU Fogar estuvo representada por el presidente de Catalunya, Pere Aragonés. En el Foro de Inmigración, estuvieron presentes el presidente de la Asociación de Regiones de Mali y presidente de la Región de Mopti, Abdoulaye Maiga i el presidente de la región camerunesa del Oeste, Jules Hilaire Focka.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, reivindicó el rol de los gobiernos subestatales en las políticas migratorias, afirmando que no pueden limitarse a ser "puros gestores". En una intervención el foro organizado por ACNUR (Alto Comissionado de Naciones Unidas para los Refugiados) el presidente catalán lamentó la “falta de más herramientas” de los gobiernos territoriales para abordar la acogida de refugiados y también en las políticas migratorias. “No se trata solamente de responder a una emergencia y empezar un proceso de recepción, pensando en el completo desarrollo del individuo. Se trata también de tener capacidad de decisión -o codecisión- sobre la acogida de refugiados o inmigrantes”.
Si esta era la voz del norte, la del sur llegó de Mali y de Camerún, tierras emisoras de emigrantes y también lugar de paso hacia Europa. Abdoulaye Maiga, en representación de las regiones de Mali, defendió soluciones “endógenas” al problema de la inmigración. “La solución a esta situación no está en Europa. La solución a este problema está en África.”Para que los jóvenes permanezcan en sus respectivos países – explicó- solo fantan dos cosas: formación profesional y empleo. Creemos que los gobiernos regionales africanos podemos tener un rol fundamental”. Se mostró partidario de crear sinergias entre sociedad civil, empresas, jóvenes y todos los niveles de gobierno.
Jules Hilaire Focka, presidente de la Region del Oeste de Camerún, quiso explicar en Ginebra la situación que vive una región como la suya al convertirse en territorio de paso para la inmigración. “Hay -explicó- impacto económico, presión sobre las infraestructuras y servicios, pero también hay un gran impacto social, tanto como temas de seguridad”. Para abordar el problema de este tránsito humano, el presidente camerunés se mostró partidario de contar con un buen nivel de colaboración entre ámbito público, como privado. Sobre todo reclamó, sin embargo, una mayor atención y colaboración de la comunidad internacional.