La Conferencia de las Naciones Unidas Rio+20, celebrada en Rio de Janeiro en 2012, inició un proceso único de transformación y creación de nuevas instituciones en el sistema internacional para lograr un desarrollo mundial más sostenible. Junto con todas las decisiones adoptadas, podemos considerar que el proceso para definir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODSs), es una de las agendas globales más importantes para países y para actores no estatales.
Tras un complejo proceso de negociaciones y consultas a lo largo de los últimos tres años, en la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York los días 25-27 de septiembre, se adoptó el documento “Transformar nuestro mundo: la agenda 2030 para un Desarrollo Sostenible”. Esta ambiciosa agenda se basa en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODMs), que abarca 17 ODSs universales y transformadores.
Además, el compromiso adoptado en Nueva York reconoce la importancia de reflejar plenamente los tres aspectos del Desarrollo Sostenible (ambiental, económico y social). El proceso de definición de los ODSs también pone de relieve la importancia de lograr una amplia participación de todos los actores, incluidos los gobiernos regionales.
El documento consiste en un plan de acción universal para erradicar la pobreza –el mayor desafío global–, por medio del desarrollo sostenible. Aporta muchos elementos innovadores que extrapolan el modo de proceder habitual de las Naciones Unidas. Por ejemplo, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible reconoce que es necesario hacer frente a las desigualdades no solo entre países, sino también dentro de ellos. Esto crea una oportunidad sin precedentes para que la comunidad internacional pueda atender las carencias y necesidades a nivel subnacional.
Con esto en mente, es importante llamar la atención sobre el papel de los gobiernos regionales y lo que pueden aportar a la transformación de la agenda de desarrollo mundial. Basada en competencias exclusivas y compartidas, las regiones serán socios fundamentales en la implementación de los ODSs sobre el terreno. Su enfoque territorial holístico e integrado favorece la realización de la mayoría de los objetivos y metas. Ciertamente, las instituciones, servicios y marcos legislativos que aportan los gobiernos regionales son importantísimos para garantizar la educación para todos (ODS 4), la protección de ecosistemas y de la biodiversidad (ODS 15), así como fomentar una industrialización sostenible y una infraestructura resistente (ODS 9).
Las regiones han participado activamente en el proceso de definición de los ODSs. La red nrg4SD, concretamente, como coorganizador del grupo principal de autoridades locales, participó en todas las sesiones de negociación, defendiendo el reconocimiento expreso, y por consiguiente el empoderamiento efectivo de los gobiernos regionales en este cambio de paradigma hacia el desarrollo sostenible.
Aun así, no es suficiente. Ahora nos enfrentamos al reto de la implementación, esto es, garantizar que esta transformación se convierta en una realidad en todos los territorios. Con una visión muy pragmática de los obstáculos que se van a encontrar los gobiernos regionales en la implementación de esta agenda, nrg4SD ha elaborado una nota informativa sobre la agenda Post-2015.
En el centro de este marco, unos nuevos y mejorados sistemas de gobernanza, tanto a nivel internacional como a nivel nacional/subnacional, son necesarios. En este contexto, las regiones deberán abordar algunas cuestiones, como por ejemplo: ¿Qué instituciones van a ser rediseñadas, creadas o mejoradas, y cómo? ¿Cómo es posible integrar distintos departamentos internos y ministerios para abordar el complejo contenido temático? ¿Qué mecanismos permitirán la participación de la sociedad civil?
¿Cómo prevé tratar su región los ODS en su territorio?
Teniendo en cuenta estas preguntas, se invita a los miembros de nrg4SD a reflexionar sobre lo que deben hacer individualmente y cómo puede apoyarles la red para lograr los ODSs. En la última Asamblea General de nrg4SD (7 de septiembre de 2015, Western Province, Sri Lanka), los miembros aprobaron una importante iniciativa para apoyar a las regiones en esta ambiciosa tarea: junto con organizaciones internacionales y expertos, nrg4SD diseñará un conjunto de herramientas para la implementación de los ODSs por parte de los gobiernos regionales.
Sobre la base de las carencias identificadas y de las experiencias concretas de las regiones miembro, el conjunto de herramientas proporcionará una guía básica de los pasos necesarios en los que las regiones deberían centrarse en el momento de establecer una arquitectura institucional para la implementación de los ODSs.
Más que nunca, las regiones están llamadas a colaborar y apoyarse mutuamente en la implementación de sus respectivas estrategias y planes de DS. Del mismo modo, es fundamental garantizar la visibilidad de las contribuciones de los gobiernos regionales a los esfuerzos globales destinados a obtener un desarrollo más sostenible. Deberían preverse mecanismos de financiación específicos y oportunidades para fomentar capacidades en apoyo a los gobiernos regionales que están a la vanguardia de las iniciativas subnacionales.
El marco de los ODSs y la Conferencia sobre la Financiación del Desarrollo (FdD) han preparado el escenario para la denominada dinámica del post-2015. Debemos tener en cuenta también la próxima Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 21/CMUNCC), que se celebrará en París en diciembre de este año, así como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Habitat III), que se celebrará en Quito, en octubre de 2016. Estos procesos intergubernamentales deberían contribuir a la implementación de los ODSs, y valorar la capacidad, la estructura y el compromiso de las regiones.