2021 ha demostrado ser un punto crítico para acelerar las acciones sobre el clima y la biodiversidad, aumentar las ambiciones en esta década es una tarea crucial crucial y se debe desbloquear todo el potencial de los gobiernos subnacionales como actores cruciales en este proceso de cambio innovador.
Durante la pandemia de la COVID-19 nos hemos enfrentado a desafíos e incertidumbres sin precedentes. Se han puesto en evidencia las interdependencias y desigualdades sociales y económicas en todo nuestro planeta, así como los vínculos inseparables entre la salud humana y planetaria.
La solidaridad y colaboración entre todos los niveles de gobierno, sociedad civil, sector privado, comunidad científica, ciudadanos y comunidades, ha demostrado que una respuesta colectiva es posible y necesaria. Este nivel de cooperación debe continuar en nuestra lucha contra la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad, que siguen siendo una de las crisis más urgentes de nuestro tiempo.
Reconociendo su papel clave al frente de la pandemia, las regiones están comprometidas a combatir las emergencias globales y construir una recuperación sostenible, resiliente y justa, que incluye una respuesta acelerada a las crisis climáticas y de biodiversidad en todo el mundo1.
Hacia una gobernanza ambiciosa y multinivel COP26
El último informe del Panel Internacional sobre Cambio Climático no deja lugar a dudas: la crisis climática no solo está aquí, sino que los impactos son peores de lo que se pensaba anteriormente y se volverán más costosos y devastadores. Dado que ya hemos cambiado, sin posibilidad de reversión, a nuestro planeta, existe igualmente una necesidad urgente de adaptarnos y desarrollar la resiliencia y, al mismo tiempo, mitigar el calentamiento global.
Es por eso que la 26a reunión de la Convención Marco sobre el Cambio Climático (COP26) en noviembre de este año en Glasgow debe ser un punto de inflexión para que los líderes mundiales se unan antes de que la capacidad de limitar el calentamiento global a 1,5 ° C esté fuera de alcance. La revisión de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) que se presentarán en la COP26 debe reflejar una acción ambiciosa de mitigación y adaptación, movilizar el financiamiento climático y promover la colaboración para la acción, ya que los gobiernos nacionales solo podrán alcanzar sus objetivos climáticos si los actores regionales y locales aportan todo su potencial.
Los gobiernos regionales están encabezando algunas de las transformaciones necesarias y están desarrollando soluciones innovadoras escalables para la transición hacia economías y territorios resilientes. Esto es lo que Regions4 ha presenciado de primera mano a través de su iniciativa RegionsAdapt, que desde 2015 ha inspirado y apoyado a más de 70 gobiernos regionales en todo el mundo que representan a más de 280 millones de personas, para desarrollar planes y estrategias de adaptación, tomar acciones concretas e informar de manera transparente sobre los avances. Regions4 estará presente en la COP26 para presentar la experiencia, las lecciones aprendidas y las buenas prácticas de las regiones a lo largo de los últimos 5 años de esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de ORU Fogar desde hace mucho tiempo.
Con este fin, estamos trabajando en estrecha colaboración con la Asociación de Marrakesh y la circunscripción de las Autoridades Locales y Municipales (LGMA), y rogamos que la CoP26 cumpla con:
1. Generar ambiciones sobre adaptación y resiliencia. Las NDC revisadas y los planes nacionales de adaptación deben permitir una mayor colaboración entre actores y sectores, con ambiciones conjuntas, ampliadas y medibles sobre adaptación. RegionsAdapt es ahora un orgulloso socio oficial de la campaña Race to Resilience de la ONU y se compromete a apoyar a los gobiernos regionales para contribuir al objetivo de la campaña de desarrollar la resiliencia de 4 mil millones de personas de grupos y comunidades que son vulnerables a los riesgos climáticos 3.
2. Impulsar el cambio de sistemas hacia una gobernanza multinivel. La colaboración multinivel debería convertirse en la nueva norma en todos los países. Los gobiernos regionales deben participar en el diseño, la coordinación y la implementación de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) y los planes nacionales de adaptación (NAP). Estos planes deben traducirse a nivel local y contar con el apoyo de los gobiernos nacionales. Las herramientas y los mecanismos fortalecidos para la colaboración entre los niveles regional y nacional son fundamentales.
3. Movilizar financiamiento para llegar a los gobiernos subnacionales: transfiriendo los billones necesarios para lograr el Acuerdo de París con metas y planes creíbles para el despliegue de capital en los países en desarrollo y a nivel regional y local. El financiamiento debe apoyar las medidas de adaptación y permitir la descentralización fiscal y la inversión en el sector público, para equipar debidamente a las instituciones regionales. Localizar los mecanismos internacionales de financiación climática, como el Fondo Verde para el Clima, sería fundamental para respaldar el papel de los gobiernos regionales.
4. Facilitar sinergias entre las agendas para encontrar soluciones comunes para las emergencias climáticas y de biodiversidad hacia un desarrollo sostenible que no deje a nadie atrás. Los gobiernos nacionales deben alinear tanto como sea posible las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) y los planes nacionales de adaptación (NAP) con los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para permitir la coherencia de las políticas, que se puede traducir a nivel regional y local. Conectar las agendas de clima y biodiversidad es especialmente crucial en este momento cuando la próxima 15ª reunión del Convenio sobre Biodiversidad Biológica (CoP15) adoptará un nuevo marco global de biodiversidad. Regions4 aboga activamente por una mayor inclusión de los gobiernos subnacionales en este nuevo marco 4.
Como hemos visto durante la pandemia de COVID-19, necesitamos esfuerzos extraordinarios en circunstancias excepcionales. 2021 marca un año de reuniones críticas y un punto de inflexión si el mundo quiere asegurar un futuro en el que las personas y el planeta puedan prosperar juntos. Los gobiernos locales y regionales están listos para enfrentar el desafío y Regions4 continuará catalizando este liderazgo para un futuro sostenible, inclusivo y resistente al clima. ¡Invito cordialmente a todas las regiones miembros de ORU Fogar a unirse a nosotros para construir juntos un futuro resiliente!
¿Qué podemos perder si no actuamos ahora? ¿Y si no cumplimos colectivamente con nuestras obligaciones en virtud del Acuerdo de París?
A través de la campaña de coaliación de Regions4 y Under2 #WhatsAtState, los estados y regiones de todo el mundo demostrarán lo que está en juego. Desde ahora hasta la COP26, mostrarán lo que se está perdiendo con el cambio climático en su región, por qué debe abordarse como una crisis definitoria de nuestro tiempo y presentar las acciones audaces que las regiones ya están tomando2.