Las regiones y las redes regionales medioambientales han valorado unánimemente de forma positiva el acuerdo alcanzado en Paris el 12 de diciembre sobre el Cambio Climático. Nrg4SD consideró que el pacto global alcanzado por 196 estados, y que intentará limitar el aumento de las temperaturas del planeta a menos de 2 grados Celsius, era un punto de inflexión en la gobernanza global sobre el clima. Esta red destacó el reconocimiento y las múltiples referencias a los gobiernos regionales que se hacen en el articulado del acuerdo.
Los promotores del World Summit Climate & Territories aplaudieron igualmente el acuerdo, señalándolo como un momento histórico y cómo uno de los mayores logros de la comunidad internacional de los últimos tiempos. R-20 felicitó a todos sus artífices, con una referencia a Christiana Figueras, la costarricense que ha ejercido como secretaria ejecutiva de UN Framework Convention on Climate Change (UNFCCC). El presidente fundador de R-20, el exgobernador de California Arnold Schwarzenegger, hizo extensiva su felicitación al presidente francés François Hollande, a su canciller y presidente de la Conferencia, Laurent Fabius y al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
The Climate Group, por su parte, señaló que el acuerdo apuntaba hacia una revolución industrial limpia. Su portavoz, Mark Kenber, indicó que el acuerdo traza un mapa de ruta claro para políticos, hombres de negocios e inversores que deben moverse hacia una economía baja en carbono. En relación con el rol de los gobiernos intermedios, Kenber mostró también como, a partir de ahora, las regiones pueden ir más rápido en sus políticas y asegurarse una transición energética inteligente y nueva. Destacó, finalmente, el rol que regiones y estados federados pueden ejercer en la implementación de políticas contra el cambio climático, especialmente regulando en temas energéticos.
El Presidente de ORU, Paúl Carrasco, tildó el Acuerdo de la COP21 de gran logro político, “un logro que París merecía. Desde el punto de vista de las regiones, hemos conseguido un reconocimiento importante y que satisface. Es, sin duda, mérito del gran trabajo que han hecho nrg4SD, The Climate Group o R-20, así como de la labor de lobby que han desarrollado también algunas regiones francesas frente a su propio gobierno. ORU Fogar, siguiendo con su estrategia de apoyar a las redes regionales de medio ambiente, hará todo lo que esté en su mano para promover la implementación y adaptación de políticas regionales contra el cambio climático”.
Todas estas valoraciones fueron coincidentes con la intervención de Ban Ki-Moon, que en la ceremonia de clausura de la cumbre afirmó que el 12 de diciembre pasará a la historia por el alcance de un acuerdo que constituye un triunfo monumental para los pueblos y el planeta. Añadió que se habían alcanzado resultados sólidos en todos los puntos principales y que habían logrado un acuerdo solidario. «El acuerdo es ambicioso, flexible, creíble y duradero. Todos los países han acordado mantener la elevación de la temperatura a un nivel mucho más bajo que los 2 grados Celsius. Y al reconocer que los riesgos implican graves consecuencias han acordado que el limite sea 1.5 grados, algo muy importante para los pequeños Estados insulares y los países menos desarrollados. Han escuchado las voces de los más vulnerables», dijo.
Añadió que los Gobiernos se han comprometido a un acuerdo vinculante, robusto, que pugna por la transparencia con el establecimiento de mecanismos de revisión que a partir de 2018 permitirá a las partes evaluar cada cinco años qué hace falta hacer en el campo climático. Para hacer efectivo el acuerdo, los países tomaron varias decisiones sobre mitigación, adaptación, las pérdidas y daños relacionadas con el fenómeno, la financiación, el desarrollo y la transferencia de tecnología. El Acuerdo de Paris será firmado formalmente el 22 de abril de 2016 en la sede de la ONU.
Las regiones en el texto
El texto del acuerdo contiene múltiples referencias a gobiernos regionales y de estados federados, aludidos con frecuencia como actores “subnacionales”. El apartado 74 hace referencia, concretamente, a la necesidad de fomentar una cooperación que tenga en cuenta regiones y de fortalecer a estas en la lucha contra el cambio climático. Todo el capítulo V del texto es un reconocimiento a los esfuerzos de actores más allá de los estados centrales y que incluye la sociedad civil, pero especialmente los gobiernos locales y regionales. En un determinado momento, se reconocen incluso los esfuerzos de “comunidades locales y los pueblos indígenas”. En este punto, anima a todos estos actores a registrar sus iniciativas contra el cambio climático en la plataforma de Naciones Unidas, Nazca. En el articulado concreto, vale la pena tener finalmente en cuenta que el artículo 7 afirma: “Las Partes reconocen que la adaptación es un desafío mundial que incumbe a todos, con dimensiones locales, subnacionales, nacionales, regionales e internacionales”.