El 2 de octubre de 2016 los ciudadanos colombianos fueron llamados a urnas para aprobar o rechazar el Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Lejos de todo pronóstico, ganó el ‘No’ a un acuerdo que, firmado en La Habana después de cuatro años de negociaciones, debía poner fin a más de 50 años de conflicto armado.
Con un 60% de abstención, el 50,21% de los votantes rechazó el acuerdo, superando por muy poco a los defensores del ‘Sí’ (49,78%). Tras conocer la decisión de la ciudadanía, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, reconoció el carácter democrático del resultado y declaró sus intenciones de abrir el diálogo con las fuerzas del ‘No’ para determinar el camino a seguir. El líder de las FARC, Timochenko, manifestó que la organización guerrillera mantendría su voluntad de alcanzar la paz.
ORU Fogar tuvo la oportunidad de estar presente en esta jornada histórica gracias a la participación de Paúl Carrasco, ahora expresidente de la organización y Carles Llorens, secretario general, como observadores electorales. Ambos destacaron la buena organización del plebiscito, tanto en los recintos electorales como en la instalación del proceso de observación electoral. También alabaron la apertura de miras en los discursos de los ponentes dentro del evento de la observación internacional.
Un mes después del plebiscito, las negociaciones con los opositores continúan para llegar a un entendimiento político. Después de los comicios, Santos abrió un período para recibir propuestas de todos los sectores, con el objetivo de alcanzar un nuevo acuerdo que incorpore los reclamos de quienes impulsaron el ‘No’ –liderados por el expresidente Álvaro Uribe–. Si se producen reajustes en el pacto, el Premio Nobel de la Paz incluso podría convocar un nuevo plebiscito.