ORU-Fogar pone énfasis en una visión territorial del Post-2015
El prefecto Paúl Carrasco, en tanto que presidente de ORU-Fogar, ha defendido una visión territorial de los Objetivos de Desarrollo en el High Level Global Dialogue on Localizing the Post-2015 Development Agenda. El evento, organizado por UN Habitat, el PNUD y la Global Taskforce of Local and Regional Goverments, ha tenido lugar en Turín el 14 y 15 de octubre. La consulta ha contado con una muy alta presencia de representantes gubernamentales de muy diversos países y de agrupaciones municipales, con una muy especial presencia africana, de Malawi a Tanzania, pasando por Burundi o Ghana.
Con esta tan alta presencia de autoridades municipales, se ha puesto mucho énfasis en reclamar una mayor atención a unas zonas urbanas en expansión, en tanto que necesitan muchos recursos para garantizar los servicios básicos. En este contexto, el presidente de ORU-Fogar ha propuesto una visión más global, que contemplara el crecimiento urbano en un territorio que, dijo, “debemos procurar que sea equilibrado”.
“Si hablamos de localización de la agenda de desarrollo –ha dicho el prefecto- la pregunta que debemos hacernos es: ¿Quién hace qué? ¿Quién planifica? ¿Quién ejecuta? ¿Quién coordina? ¿Quién monitorea? Esto debe quedar claro y la sociedad civil, la gente, debe saber quién es responsable de cada política. Y, en ORU-Fogar, sabemos que las autoridades locales y regionales, en todo el mundo, tenemos una gran capacidad para planificar y ejecutar”. El presidente de ORU-Fogar se ha mostrado, pues, contrario a permitir duplicidades. “Si las autoridades locales y regionales tenemos estas capacidades de planificación y ejecución –ha añadido- los gobiernos nacionales no deben generar unas duplicidades en el territorio que generan desgaste político, despilfarro económico, burocracia inútil, desarticulación, al mismo que invalidan los ejercicios de planificación”.
El encuentro ha concluido con unas recomendaciones que subrayaban la necesidad de contar con recursos financieros en el territorio, que propugnaban una visión territorial y multinivel del desarrollo en la que todos los actores políticos se vieran implicados en la consecución de los objetivos y que remarcaban la necesidad de respetar la diversidad cultural, incluida la de los pueblos indígenas.
