El pasado 6 de julio, en formato virtual y en español, se celebró el Taller de futuro “ORU Fogar 2030” que, con la participación de los equipos de las regiones más implicadas en el funcionamiento de la red, debatieron sobre cómo debe ser el futuro de ORU Fogar. El ejercicio, que se va a efectuar también en francés el próximo 23 de septiembre, debía haberse realizado en la reunión del Buró de Azores de principios del 2020. En aquella ocasión había previsto un amplio espacio para hablar de cómo ORU Fogar enfocaba esta década (2020-2030), tan clave para el desarrollo. No fue posible a causa de la pandemia y, ahora, en formato virtual, se hizo un ejercicio para -básicamente- responder dos preguntas: ¿Cómo podemos ser más útiles? ¿Qué más podemos ofrecer a nuestros miembros?
En el prólogo del ejercicio se revisó sucintamente la historia de ORU Fogar. Se vio cómo nació para hacer oír la voz de las regiones en el debate global. Así, en esta etapa inicial, ORU Fogar trabajó intensamente en toda la dinámica que se llamó Post-2015, que había de permitir que en septiembre de 2015 se aprobara la Agenda 2030 y los ODS. Los años 2014-2019 son años de estructuración y de dotarse de una sólida plataforma de comunicación. Se participa en todas las agendas: ODS, Nueva Agenda Urbana y Acuerdo de Paris, pero hay voluntad de convertirse en plataforma de servicios a las regiones. El periodo 2019-2021 ha sido el que la pandemia forzó a ORU Fogar a ser virtual y, a partir de ahí… el futuro…
De todo el ejercicio se destiló una valoración positiva del trabajo de la red, al mismo tiempo que un sentido de orgullo de formar parte de ella. Más allá del ejercicio de ser voz de las regiones y de defender el rol de las regiones en la gobernanza global, los participantes valoraron el intercambio que permite ORU Fogar, resaltando la posibilidad de conocer experiencias de gestión pública regionales de otras geografías. Se valoró, asimismo, la utilidad que supone contar con una amplia plataforma de información. Una plataforma que se convierte, al mismo tiempo, en una vitrina para mostrar lo que de destacado hacen los miembros. Diversos participantes destacaron también que formar parte de la dinámica de la red les había dado acceso al ámbito internacional, les había ayudado a configurar su discurso regionalista, a tener una perspectiva global y -sobretodo- les había empoderado frente a su gobierno central.
No fue, sin embargo, un ejercicio complaciente. Se valoraba la posibilidad de establecer vínculos y de escucharse unos a otros. Se echaba en falta, sin embargo, una mayor dinámica horizontal, con mayor comunicación interna e interconexión. Se apuntó la necesidad de dinamizar los grupos de trabajo y de generar espacios de participación. Todo ello para desarrollar mecanismos de cooperación entre gobiernos regionales y dinámicas de trabajo conjuntas.
Se apuntó la necesidad de que la organización pueda contar con más recursos humanos y económicos. Se habló de mejorar la financiación, asegurando el compromiso de los miembros, pero también explorando otros sistemas de financiación más allá de las aportaciones de las regiones.
Se habló de la necesidad de apuntar hacia países donde la organización tiene una presencia escasa, peculiarmente a países europeos. La presencia de organizaciones europeas de regiones, se dijo, no debe ser excusa para que ORU Fogar esté más presente en Europa. Se apuntó, asimismo, la necesidad de dar seguimiento a los socios más periféricos de la red.
Diversos participantes señalaron que las reuniones del Buró deben permitir evaluar mejor los planes anuales. En este sentido, hubo acuerdo también en el sentido de que hace falta un plan estratégico general y definir cuál es la dirección de la organización a largo plazo. Este plan debe marcar mejor el rumbo de la organización y ser hoja de ruta para todos los miembros.
El taller usó un formato innovador y muy ágil. Adaptado a la conexión virtual, permitió momentos de distensión y un debate muy abierto. La Secretaría de ORU Fogar se comprometió a elaborar unas conclusiones. Estas deben elevarse al Buro de ORU Fogar que debe celebrarse en noviembre y deben poderse convertir en un eventual plan estratégico.