El pasado día 23 de noviembre y con motivo Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, el Ministerio regional catalán de Feminismo e Igualdad y ORU Fugar organizaron el webinar titulado “Las regiones contra la violencia de género” en el que se presentaron ocho destacadas buenas prácticas. El webinar constató que la violencia contra las mujeres es universal, afecta a todos los países, a todas las culturas y tiene múltiples formas. Puso en evidencia también que las regiones se han situado al frente para erradicar esta violencia.
Abrió el evento Laia Rosich, directora general per a la Erradicación de las Violencias Machistas del Gobierno de Catalunya, quién destacó poder contar con dos buenas prácticas europeas, dos africanas y cuatro latinoamericanas. La acompañaron en la apertura Mary Mwiti, directora ejecutiva del Council of Gouvernors de Kenia y Mbarka Bouaida, presidenta de la Asociación de Regiones de Marruecos. Ambas señalaron la necesidad de que todos los niveles de gobiernos se impliquen en esta lucha, pero la importancia de que las regiones, como gobiernos de proximidad, tuvieran un papel líder. “El mundo entero -dijo la dirigente keniana- debe implicarse en este tema”. La presidenta marroquí destacó como esta violencia provoca más muertes que todas las guerras.
La primera buena práctica que se presentó fue la campaña “Don’t be that guy” (No seas este tipo) del Gobierno Escocés. Cuando se hizo público, el video de esta campaña se hizo inmediatamente viral. Pedía a los hombres que cambiaran sus actitudes y comportamientos para prevenir los delitos de violencia sexual. Así, explica: “La mayoría de los hombres no se miran en el espejo y ven un problema. La violencia sexual comienza mucho antes de lo que piensas. No seas este tipo”. En él, varios hombres describen acciones que a menudo se hacen pasar por insignificantes, pero que las mujeres pueden encontrar amenazantes o intimidantes. La grabación se ha trasmitido en todas las redes sociales y dirige a un sitio web repleto de información sobre cómo los hombres pueden ayudar a combatir la violencia masculina contra las mujeres.
Dos otras de las buenas prácticas que se presentaron en el webinar habían merecido el Premio de Buenas Prácticas Regionales de ORU Fogar y PNUD: el Polo de la Mujer de la Provincia de Córdoba (Argentina) lo ha merecido este año 2023, pero Patrulla Maria da Penha del Estado de Rio de Janeiro (Brasil) lo mereció en 2021. El Polo de la Mujer cordobés es un proyecto muy integral, pero, mereció especial atención cuando se describió la herramienta tecnológica para la protección de mujeres en situación de violencia (el botón antipático). Se trata de una de las medidas de protección que se puede entregar en caso de violencia de género o familiar y que puede estar acompañada de medidas como la restricción de acercamiento, la exclusión del hogar del agresor o el uso del dispositivo dual (o tobillera electrónica). El dispositivo cuenta con GPS, de manera que, cuando se presiona el botón SOS, el dispositivo debe llamar automática e inmediatamente al sistema de atención. Durante el pasado mes de mayo, en la Provincia de Córdoba se entregaron cada día 40 botones antipánico. Durante el mismo mes, 303 veces se activaron en algún lugar del territorio. De acuerdo con datos suministrados por el Ministerio de la Mujer de la Provincia, hay 5.081 dispositivos activos en todo el territorio provincial.
El proyecto "Patrulla Maria da Penha" es un programa de la policía del Estado centrado en la asistencia a las mujeres víctimas de la violencia. Busca una acción integrada y articulada con todos los órganos del sistema de justicia, la red de apoyo y asistencia a las mujeres en situación de violencia, así como la sociedad civil, a través de organizaciones dedicadas al tema. Con ello, la Policía del Estado pretende prevenir una violencia que, en aquella geografía, acaba con frecuencia en el feminicidio.
En una línea similar están trabajando la Comisaría de Género y Familia de la Provincia de Tierra del Fuego (Argentina) y la Patrulla Púrpura contra la violencia de género del Departamento de Quindío (Colombia). La primera funciona desde 2017 y fue una iniciativa del Gobierno de la Provincia, en conjunto con organizaciones de la sociedad civil y el apoyo de la comunidad. Más allá de la labor policial, esta comisaría realiza acciones de sensibilización y prevención en la comunidad, a través de charlas, talleres y campañas de concientización sobre la violencia de género y sus consecuencias. En Quindío, una unidad de la policía se especializó en el servicio de la prevención, atención y atención contra la violencia intrafamiliar, basada en un enfoque de género. Se trata de dar una atención integral a las mujeres, tanto como facilitarle el acceso a la justicia. Este servicio está orientado al fortalecimiento de las competencias profesionales de la policía. La Patrulla tiene la responsabilidad de prevenir y atender los casos de violencia contra la mujer las 24 horas del día, pero también la prevención, enseñar, orientar y difundir información sobre cómo actuar en estas situaciones.
Muy diferentes fueron las buenas prácticas presentadas por regiones africanas. Merecieron, sin embargo, la mayor atención -seguramente- al saberse que, según un estudio de ONU Mujeres publicado en 2019, ser mujer en África significa, más que en otros lugares, soportar una existencia marcada por la violencia. “África el continente donde las mujeres tienen más probabilidades de ser asesinadas por su pareja o un familiar”, revela. Los feminicidios, flagelo mundial, matan principalmente a mujeres de la familia, a trabajadoras sexuales, pero también a ancianas reclusas o a niñas huérfanas acusadas de brujería. Un acto de aniquilación que a menudo forma parte de un continuo de brutalidad física, sexual, psicológica y económica. Descrita por la ONU como “la violación de derechos humanos más extendida pero menos visible en el mundo”, la violencia de género afecta masivamente a las mujeres africanas.
En Níger , según un estudio de la Fundación alemana Friedrich-Ebert, el 99% de las víctimas de violación no acuden a los tribunales. Y cuando lo hacen, las condenas no reflejan la gravedad de los hechos. Frente a esta situación el Consejo Regional de Tahoua, según explicó su vicepresidenta, Nana Haouaou Maikelema, aborda la situación en su territorio concienciando y contando con la complicidad de los jefes religiosos. Una realidad similar expuso Tening Sene, responsable de género Consejo Departamental de Gossas (Senegal) cuando explicó el proyecto de Reforzar la autonomía económica de las mujeres del ámbito rural para reducir la violencia de género. El objetivo es fortalecer el poder económico y financiero de las mujeres rurales mediante la introducción de energías renovables en la producción agrícola y el procesamiento de productos locales. Estas mujeres empoderadas podrán participar más en las necesidades primarias de la familia, fortaleciendo así su contribución a la economía familiar. Partiendo de la hipótesis de que, si contribuyen económicamente a los gastos familiares, la violencia ejercida por los hombres se reducirá considerablemente.
La última buena práctica la presentó Catalunya: Reparación e indemnizaciones para las mujeres que sufren violencia machista. En el año 2020, la modificación de la Ley del derecho de las mujeres a erradicar la violencia machista supuso la creación de un marco pionero en la lucha contra la violencia machista, por la amplitud de las formas y ámbitos de violencias machistas que reconoce y por las perspectivas de intervención ante estas violencias. Este marco ha permitido al Gobierno de Catalunya avanzar en la reparación e indemnización a las víctimas. Así, las mujeres supervivientes de alguna de las formas de violencia especificadas en la ley y con sentencia firme, no tendrán que acreditar lesiones ni secuelas con un parte médico o sentencia judicial para recibir la indemnización. La simplificación del trámite permitirá aumentar el número de mujeres que podrán acogerse a la indemnización, ya que muchas quedaban excluidas porque la sentencia no siempre recoge las secuelas derivadas de la violencia sufrida. También y, por primera vez, las madres que hayan perdido a sus hijas e hijos a causa de la violencia vicaria tendrán derecho a una indemnización y las diligencias policiales serán suficientes para acreditar la situación. Por último, también se incrementa el importe de las indemnizaciones de las hijas e hijos de mujeres asesinadas por violencia machista y, por primera vez, los hijos e hijas no tendrán que presentar una sentencia judicial por la violencia machista previa al feminicidio de su madre.
Ya en el turno de intervenciones finales, la ministra de la Mujer de la Provincia de Córdoba, Claudia Martínez, animó a todas a participar en el Grupo de Trabajo de Género de ORU Fogar que han impulsado junto a la ministra catalana Tània Verge. El evento contó finalmente con la intervención de Maria Noel Vaeza, senior advisor de la directora ejecutiva de ONU Mujeres y directora ejecutiva del proyecto Generation Equality.