La Eurorregión Pirineos Mediterráneo (EPM), creada el 29 de octubre de 2004, es un proyecto de cooperación política entre Cataluña, las Islas Baleares, Midi-Pyrénées y Languedoc-Roussillon1.
Nuestro objetivo es crear, en la zona noroeste del Mediterráneo, un polo de desarrollo sostenible basado en la innovación y la integración social y económica del territorio, contribuyendo así a la construcción de una Europa unida, más cercana a sus ciudadanos.
Estamos trabajando para lograr nuestros retos, que consisten en reafirmarnos como territorio de proyectos a escala europea, mejorar nuestra visibilidad situando a las personas en el centro de nuestra acción, y convertirnos en un polo de innovación y crecimiento a través de los vínculos establecidos entre nuestros centros tecnológicos, científicos y culturales.
La Eurorregión existe porque un día unos políticos decidieron unir fuerzas y convertirse en una región grande y fuerte de Europa. Como resultado, se ha convertido en una de las zonas eurorregionales más pobladas de Europa, con más de 15 millones de habitantes, lo cual nos da más responsabilidad en lo que se refiere al proyecto. E igual que la Unión Europea, es un proyecto que siempre está en construcción.
Quiero volver a la idea de “cooperación política”. La cooperación política debe basarse en la confianza entre los miembros de un proyecto; debe ser transparente y con las mismas competencias de las jurisdicciones miembros para tener las mismas oportunidades de participar activamente. Los políticos que vieron esta oportunidad2 extraordinaria y ejemplar firmaron la "Carta de la Eurorregión", un texto muy sincero que refleja esta visión. Firmada en Perpiñán el 19 de octubre de 1991, esta Carta formalizaba las relaciones de cooperación que las tres regiones habían establecido en los ochenta. Esta cooperación tenía dos objetivos principales: en primer lugar, facilitar intercambios entre las tres regiones en los ámbitos económico, social y cultural; y en segundo lugar, reforzar el papel de estas regiones en el mercado único europeo, promocionando la integración europea y reequilibrando Europa para beneficiar a las regiones del sud.
Pero a menudo olvidamos este capítulo “cero” de la historia de la Eurorregión. De hecho, el momento más importante fue aquel en que se abrió camino, cuando la “voluntad política” y la “visión política” permitieron ver que los territorios debían unirse para ser más fuertes. Esta “voluntad política” nos lleva a la situación actual: Cataluña, las Islas Baleares y, a raíz de la reciente reorganización territorial francesa, la región resultado de la fusión de Midi-Pyrenees y Languedoc-Roussillon.
La literatura científica nos dice que lo que puede influenciar el rendimiento económico de las regiones no es solamente la respuesta a la pregunta “¿Dónde estoy ubicado en Europa?” sino también “¿Al lado de qué estoy ubicado?”. La idea es que la integración económica entre regiones tiene efectos positivos en las demandas del mercado. Por ejemplo, compartir factores productivos como la diversidad y la complementariedad, pero también factores que inicialmente no son comerciales pero que son tan creativos que pueden ser rentables al implementarse en el mercado europeo, como la investigación y la innovación.
Por otro lado, la Eurorregión nos permite ser escuchados en la Comisión Europea. La Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT), creada por DG Regio, muestra la importancia de esta herramienta de la Unión Europea: acerca los ciudadanos a las instituciones y dan a conocer sus preocupaciones, problemáticas y fortalezas de sus territorios.
En 2006, el Parlamento Europeo, a propuesta de la Comisión Europea, aprobó una ley que crea un instrumento legal único que sirve para articular la cooperación transfronteriza y aporta soluciones al problema de las diferencias legislativas y prácticas nacionales. Este instrumento denominado AECT permite crear agrupaciones de cooperación transfronteriza con personalidad jurídica que pueden también postular a programas europeos.
Teniendo en cuenta que la Eurorregión Pirineos Mediterráneo pronto se convertirá en un territorio con dos regiones grandes y una tercera región especial3, creemos que esta nueva etapa será más europea que la primera. Y al mismo tiempo más cercana a los ciudadanos. Nuestro deseo es seguir lanzando nuestras propias convocatorias de proyectos financiadas con las contribuciones anuales de nuestras regiones miembros. Queremos también convertirnos en una plataforma europea, un trampolín a las instituciones europeas. Gracias a los programas de la UE, estamos camino de adaptar nuestra planificación territorial a la planificación territorial europea. En la práctica, ha resultado en un proyecto europeo el año pasado4 y desde 2015 la EPM se ha presentado a la convocatoria de más de 10 programas europeos distintos. Nuestro objetivo es, por lo tanto, que nuestras propias convocatorias de proyectos estén ligadas a los proyectos europeos que presentamos, y tenemos la habilidad y perspectiva suficiente para mantener los pies en el suelo. ¿Qué significado tiene esto? Exactamente lo que se discutió y aprobó en la última Asamblea General de Bruselas: que el desarrollo local es la base de nuestra acción; a través del conocimiento directo del territorio podemos detectar las necesidades y también los puntos fuertes para que el proyecto europeo se traduzca en un beneficio para nuestros 15 millones de ciudadanos eurorregionales.
Finalmente, la EPM se estableció legalmente en octubre de 2004 y se convirtió en una AECT en agosto de 2009. A partir de entonces, es una estructura legal capaz de actuar, que puede gestionar proyectos de cooperación europeos y lanzar convocatorias de proyectos conjuntos. El objetivo principal de la Eurorregión es promocionar un marco de cooperación de referencia en el sudoeste europeo, basado en los ámbitos social, ambiental y económico del territorio, y hablar con una sola voz antes las instituciones de la UE.
En 2009, la EPM adoptó la forma legal de una AECT5, un instrumento de la UE diseñado para facilitar y promover la cooperación transfronteriza, transnacional e interregional. Las AECTs se establecieron para ayudar a implementar los proyectos de la UR cofinanciados, pero también las acciones iniciadas por las autoridades regionales o locales, con o sin financiación de la UE.
Con casi 15 millones de habitantes y el 14% del PIB de España y Francia juntos, la EPM se está perfilando como una zona de proyectos europeos que desarrolla sus actividades en los campos de la educación superior, la investigación, la innovación, el desarrollo económico, el empleo, el medio ambiente y la cultura. La acción de la AECT se centra también en 4 ejes de prioridad identificados en la Estrategia de Innovación Eurorregional6: la Salud, el agua, el sector agroalimentario y el turismo.
En estos últimos dos años, la Eurorregión ha dado un paso hacia adelante y actualmente participa y lidera en gran parte 5 proyectos de la UE que implican relaciones a nivel de universidades, deportes, cultura, innovación e instituciones entre las Eurorregiones. Así que por ahora, la plataforma está justificada en términos de contenidos. Ahora está en manos de los políticos renovar la visión para que también se renueve la voluntad.