En la 6ª reunión de Alto Nivel de la Alianza Global para una Cooperación al Desarrollo Eficaz, celebrada los pasados 12 y 13 de diciembre en Ginebra, gobiernos locales y regionales señalaron la importancia de contar con capacidades suficientes para poder aprovechar las posibilidades de la cooperación.
Los gobiernos regionales, y particularmente ORU Fogar, han seguido activamente el debate sobre eficacia y han participado de forma constructiva en los trabajos de la Alianza Global sobre la Eficacia de la Cooperación (participando en su Comité Executivo desde 2014). Así, ha permitido que los gobiernos regionales afirmaran la vigencia de los principios de apropiación, foco en resultados, alianzas inclusivas y transparencia y mutua rendición de cuentas. La disminución de recursos destinados a la cooperación, sin embargo, ha obligado, en esta cumbre, a replantear algunos temas.
El de las capacidades ha sido, sin duda, un tema fundamental. En la sesión “Gobiernos locales, descentralización y apoyo presupuestario”, diversos ponentes apuntaron la dificultad de gobiernos locales y regionales de muchos países de poder optar a la cooperación internacional, por falta de acceso a la información, a causa de la complejidad de las convocatorias o por la inexistencia de equipos técnicos para preparar proyectos. Frente a esta situación, el manifiesto de ORU Fogar presentado en la Cumbre apostaba por “la creación de capacidad técnica, a menudo a partir de un intercambio horizontal entre iguales. Se trata de una modalidad del todo relevante en un contexto como el actual, marcado por la existencia de retos comunes, por la necesidad de aprender también en común, y de construir soluciones conjuntas. Las regiones nos comprometemos a dar un nuevo impulso a la creación de capacidad técnica, identificando en este sentido proyectos de mayor envergadura, y asociando a ellos nuevos agentes y alianzas que aporten más alcance nuestras las actuaciones. Específicamente, haremos un esfuerzo de conexión con las cooperaciones nacionales e internacionales y de la Unión Europea, a fin de participar en proyectos conjuntos donde se movilice la experiencia de las administraciones públicas regionales”.
Rafael Antuni, prefecto de Morona Santiago, Ecuador, presentó un muy buen ejemplo al respecto. Explicó que, en su provincia, hay 1 millón 300 mil hectáreas de selva virgen, y en las provincias amazónicas vecinas hasta unos 5 millones. En estas tierras continúan viviendo los pueblos originarios. Este espacio virgen en la que el oxigeno y el agua continúan siendo puros necesita, sin embargo, una gestión sostenible. En este sentido, el prefecto reclamó ayuda para que, poniendo en valor el territorio, haciendo productivo para sus habitantes, se pueda conservar.
El contexto de esta Cumbre ha obligado también a subrayar, como nunca antes, la importancia de alinear objetivos, prioridades y recursos entre los diferentes niveles de gobierno, fomentando la comunicación y la confianza mutua. Gobiernos locales y regionales defendieron procesos inclusivos que permitan la participación de un mayor número de actores territoriales, en una actuación multinivel, frente a la competición entre administraciones o la fragmentación de las prioridades.
En este último sentido fue muy significativa la intervención de Yoya Alcoceba, directora general de la Cooperación Catalana, quién explicó qué en los momentos de disminución presupuestaria, la cooperación catalana ha explorada vías innovadoras de financiación de la cooperación, participando de proyectos europeos o financiando el porcentaje que regiones del sur debían aportar a proyectos europeos. “Hoy -dijo la directora general- tenemos grandes amenazas, pero también grandes oportunidades y muchas capacidades que debemos saber jugar bien”.
El compromiso de las regiones ante la Cumbre para la Eficacia de la cooperación al desarollo