Durante los últimos meses, los gobernadores colombianos han mantenido diversas reuniones, en Bogotá, con representantes parlamentarios para manifestarles su disconformidad con un presupuesto nacional que contempla recortes de inversiones de entre el 20 % y el 40 % en algunos departamentos.
Según información del Ministerio de Hacienda, a 29 departamentos del país se les asignará un menor presupuesto de inversión en 2025 que en 2024. Sucre con una reducción del 37,4% es el Departamento más afectado, pero le siguen de cerca Córdoba (-36,9%), Atlántico (-32,6%) y Putumayo (-32,4%). Pero también se contemplan reducciones de más de 20% en departamentos como Meta, Cundinamarca, Santander, Antioquia, La Guajira, Risaralda, Guaviare y Cesar.
La gobernadora de Sucre, Lucy García Montes, el departamento con el recorte más duro, manifestó su satisfacción por la complicidad de muchos parlamentarios: “En la mesa de trabajo entre senadores y gobernadores, coincidimos en que el desarrollo del país requiere descentralización y recursos que lleguen donde más se necesitan". En un sentido muy similar se expresó Jairo Aguilar, gobernador de La Guajira, un departamento que previsiblemente va a tener un recorte del 23 %: "La disminución de los recursos regionales es muy preocupante. Estas transferencias son necesarias para cumplirle la palabra al pueblo guajiro y generar competitividad en el departamento. Necesitamos recursos, entre otras cosas, para atender las necesidades básicas de los niños y niñas del Departamento."
El senador David Luna ha pedido rectificación al presidente Gustavo Petro, recordándole que su gobierno afirmaba ser el gobierno de y para las regiones. “No tiene sentido -escribió en X (Tweeter)- que aumenten la burocracia y el gasto de funcionamiento, mientras se reduce la inversión en 29 departamentos”.
En el mes de octubre, los gobernadores ya habían alertado de que el Presupuesto del Sistema General de Regalías ponía en riesgo proyectos vitales de los departamentos, que podían afectar entre otros temas a programas de alimentación, de trasporte escolar o de vivienda. Al final, el conjunto de la disminución de recursos para las regiones afecta a materias como educación, salud, agua y saneamiento básico, cultura, deporte, medio ambiente, vivienda, agricultura, infraestructura y vías.